El Salmorejo Cordobés es más que una sopa fría; es un abrazo al alma desde el sur de España. Este plato, originario de Córdoba, se ha convertido en un símbolo de la gastronomía andaluza y es especialmente popular durante los meses cálidos de verano. A través de esta receta, te invitamos a descubrir no solo los sabores auténticos de Andalucía sino también la historia y la cultura que envuelven este delicioso manjar.
Comienza por triturar los tomates pelados hasta obtener un puré fino. A continuación, añade el pan desmigajado y deja que se empape bien con el tomate. Agrega el diente de ajo (si decides usarlo) y una pizca de sal. Mezcla estos ingredientes en la licuadora o con la ayuda de una batidora hasta conseguir una textura homogénea y suave.
Una vez mezclado, añade el aceite de oliva virgen extra en un hilo constante mientras sigues mezclando. Este proceso es clave para emulsionar el salmorejo y darle esa textura cremosa tan característica.
Refrigera el salmorejo durante al menos una hora antes de servir. Esto permite que los sabores se intensifiquen y que la sopa se sirva bien fría, proporcionando un refrescante alivio del calor veraniego.
Sirve el salmorejo en cuencos y adórnalo con huevo duro picado y tiras de jamón serrano. El contraste de texturas y sabores entre la suavidad del salmorejo y el crujiente del jamón es simplemente sublime.
Para conseguir un sabor más intenso, puedes dejar reposar el salmorejo en la nevera toda la noche. Además, asegúrate de utilizar tomates de la mejor calidad, ya que son el ingrediente principal de este plato y de su sabor depende el resultado final.
No dudes en experimentar con la cantidad de ajo y sal, ajustando estos ingredientes según tu preferencia personal.
El Salmorejo Cordobés no solo es una receta deliciosa y refrescante, sino también una forma maravillosa de conectar con la cultura andaluza. Esperamos que disfrutes preparando y degustando este plato tanto como disfrutamos nosotros compartiéndolo contigo. ¡Buen provecho!
